Horacio Quiroga La miel silvestre --
[The Wilde Honey] Edición bilingüe, español- inglés, de Miguel Garci-Gomez Dept. Romance Studies of Duke University --
Tengo en el Salto Oriental dos primos, hoy hombres ya, que a sus doce años, y a consecuencia de profundas lecturas de Julio Verne, dieron en la rica empresa de abandonar su casa para ir a vivir al monte. Este queda a dos leguas de la ciudad. Allí vivirían primitivamente de la caza y la pesca. Cierto es que los dos muchachos no se habían acordado particularmente de llevar escopetas ni anzuelos; pero, de todos modos, el bosque estaba allí, con su libertad como fuente de dicha y sus peligros como encanto.
I have two cousins who live to the east of Salto, Uruguay. They’re grown men now, but when they were twelve years old, after enthusiastic readings of Jules Verne, they decided to embark upon the great adventure of leaving home to live in the woods. The woods in question were two leagues from town and they would live primarily on what they could hunt and fish. That the two boys didn’t think to bring shotguns or fishing rods was a minor detail: the forest was there and the freedom it offered was a source of joy while its dangers were the stuff of wonderment.
Desgraciadamente, al segundo día fueron hallados por quienes los buscaban. Estaban bastante atónitos todavía, no poco débiles, y con gran asombro de sus hermanos menores -iniciados también en Julio Verne- sabían andar aún en dos pies y recordaban el habla.
Unfortunately, the search party found them just two days after they had set out. They were still pretty shocked, somewhat weak and, to the great amazement of their younger siblings – who were also Jules Verne aficionados – they still remembered how to speak and walk on two feet.
La aventura de los dos robinsones, sin embargo, fuera acaso más formal a haber tenido como teatro otro bosque menos dominguero. Las escapatorias llevan aquí en Misiones a límites imprevistos, y a ello arrastró a Gabriel Benincasa el orgullo de sus stromboot.
Perhaps the pair of aspiring Robinsons’ expedition would have been more fruitful if it had taken place in a slightly wilder landscape. Here, in the province of Misiones, such enterprises can run to surprising extremes, and it was just such a fate that befell Gabriel Benincasa and his beloved strom-boots.
Benincasa, habiendo concluido sus estudios de contaduría pública, sintió fulminante deseo de conocer la vida de la selva. No fue arrastrado por su temperamento, pues antes bien Benincasa era un muchacho pacífico, gordinflón y de cara rosada, en razón de su excelente salud. En consecuencia, lo suficiente cuerdo para preferir un té con leche y pastelitos a quién sabe qué fortuita e infernal comida del bosque. Pero así como el soltero que fue siempre juicioso cree de su deber, la víspera de sus bodas, despedirse de la vida libre con una noche de orgía en componía de sus amigos, de igual modo Benincasa quiso honrar su vida aceitada con dos o tres choques de vida intensa. Y por este motivo remontaba el Paraná hasta un obraje, con sus famosos stromboot.
Benincasa, having completed his studies as a chartered accountant, felt a burning desire to experience life in the jungle. This was not at all due to his temperament, because he was in fact a somewhat passive, chubby young man whose face was always uniformly pink with wellbeing. He was certainly sensible enough to prefer a cup of tea and a slice of cake to whatever meagre sustenance one might find in the jungle. But just as the strait-laced bachelor suddenly believes it is his duty to spend the night before his wedding saying farewell to the single life with a night of orgiastic excess in the company of his friends, Benincasa wanted to honour his comfortable existence with a taste or two of a more invigorating life. And so he set out down in the Paraná river to a timberyard, wearing his famous strom-boots.
Apenas salido de Corrientes había calzado sus recias botas, pues los yacarés de la orilla calentaban ya el paisaje. Mas a pesar de ello el contador público cuidaba mucho de su calzado, evitándole arañazos y sucios contactos.
He had put the thick, sturdy boots on as soon as he got out of Corrientes: the caimans sunning themselves on the shore made the going treacherous. Nonetheless the chartered accountant took great care of his footwear, trying hard to protect them from getting scratched or dirty.
De este modo llegó al obraje de su padrino, y a la hora tuvo éste que contener el desenfado de su ahijado.
And so he arrived at his godfather’s timberyard. His godfather immediately set about trying to temper his godson’s zeal.
-¿Adónde vas ahora? -le había preguntado sorprendido.
“Where are you going now?”
-Al monte; quiero recorrerlo un poco -repuso Benincasa, que acababa de colgarse el winchester al hombro.
“Into the jungle. I want to wander around a little,” answered Benincasa, slinging his Winchester rifle on his shoulder.
-¡Pero infeliz! No vas a poder dar un paso. Sigue la picada, si quieres… O mejor deja esa arma y mañana te haré acompañar por un peón.
“Don’t be so foolish! You won’t make it a single step. Follow the path if you want… Or even better, put down that gun and tomorrow I’ll get a man to go with you.”
Benincasa renunció a su paseo. No obstante, fue hasta la vera del bosque y se detuvo. Intentó vagamente un paso adentro, y quedó quieto. Metiose las manos en los bolsillos y miró detenidamente aquella inextricable maraña, silbando débilmente aires truncos. Después de observar de nuevo el bosque a uno y otro lado, retornó bastante desilusionado.
Benincasa relinquished the gun but still went to the edge of the jungle. There he stopped. He tried half-heartedly to make his way inside but didn’t get anywhere. He put his hands in his pockets and stared into the impenetrable undergrowth, quietly whistling snatches of tunes. After regarding the jungle from all sides, he returned, quite disappointed.
Al día siguiente, sin embargo, recorrió la picada central por espacio de una legua, y aunque su fusil volvió profundamente dormido, Benincasa no deploró el paseo. Las fieras llegarían poco a poco.
The next day, however, he walked down the central path for about a league and, although his rifle remained stubbornly unused, Benincasa enjoyed the stroll. Sooner or later, the beasts would come.
Llegaron éstas a la segunda noche -aunque de un carácter un poco singular.
And come they did; on the second night – but in rather an unusual manner.
Benincasa dormía profundamente, cuando fue despertado por su padrino.
He was sound asleep when he was woken by his godfather.
-¡Eh, dormilón! Levántate que te van a comer vivo.
“Hey, sleepyhead! Get up, or they’ll eat you alive.”
Benincasa se sentó bruscamente en la cama, alucinado por la luz de los tres faroles de viento que se movían de un lado a otro en la pieza. Su padrino y dos peones regaban el piso.
Benincasa quickly sat up in bed, blinking in the light of the three storm lamps that swung from the bedroom ceiling.
-¿Qué hay, qué hay? -preguntó echándose al suelo.
“What is it? What is it?” he asked, getting out of bed.
-Nada… Cuidado con los pies… La corrección.
“Nothing… careful with your feet: it’s the Correction.”
Benincasa había sido ya enterado de las curiosas hormigas a que llamamos corrección. Son pequeñas, negras, brillantes y marchan velozmente en ríos más o menos anchos. Son esencialmente carnívoras. Avanzan devorando todo lo que encuentran a su paso: arañas, grillos, alacranes, sapos, víboras y a cuanto ser no puede resistirles. No hay animal, por grande y fuerte que sea, que no haya de ellas. Su entrada en una casa supone la exterminación absoluta de todo ser viviente, pues no hay rincón ni agujero profundo donde no se precipite el río devorador. Los perros aúllan, los bueyes mugen y es forzoso abandonarles la casa, a trueque de ser roídos en diez horas hasta el esqueleto. Permanecen en un lugar uno, dos, hasta cinco días, según su riqueza en insectos, carne o grasa. Una vez devorado todo, se van.
Benincasa had heard about the strange species of ant we call the Correction. They’re small, black, shiny and march at a rapid pace in sizeable streams. They’re basically carnivorous and devour everything in their path: spiders, crickets, scorpions, toads, snakes and anything else that doesn’t have the strength to resist them. There is no animal in the jungle, as big and strong as it might be, that does not flee from them. Their entry into a house means the definitive extermination of every living creature inside; no corner or hideaway is safe from the ravenous stream. The dogs howl, the oxen moan and one must get out quick if they don’t want to be reduced to a skeleton within a ten hour period. They stay in a given location for as long as five days, depending on the availability of insects, flesh and fat. Once everything has been devoured, they leave.
No resisten, sin embargo, a la creolina o droga similar; y como en el obraje abunda aquélla, antes de una hora el chalet quedó libre de la corrección.
However, they are vulnerable to creosote and similar chemicals and as it was abundant at the timberyard, within an hour the grounds were free of the Correction.
Benincasa se observaba muy de cerca, en los pies, la placa lívida de una mordedura.
Benincasa looked closely at the lurid bite-mark on his foot.
-¡Pican muy fuerte, realmente! -dijo sorprendido, levantando la cabeza hacia su padrino.
“They really do bite hard,” he said in surprise, looking up at his godfather.
Este, para quien la observación no tenía ya ningún valor, no respondió, felicitándose, en cambio, de haber contenido a tiempo la invasión. Benincasa reanudó el sueño, aunque sobresaltado toda la noche por pesadillas tropicales.
The latter, who was well aware of this fact, offered no answer. He was pleased with himself at having been able to contain the invasion in time. Benincasa got back to sleep but was haunted all night by tropical nightmares.
Al día siguiente se fue al monte, esta vez con un machete, pues había concluido por comprender que tal utensilio le sería en el monte mucho más útil que el fusil. Cierto es que su pulso no era maravilloso, y su acierto, mucho menos. Pero de todos modos lograba trozar las ramas, azotarse la cara y cortarse las botas; todo en uno.
The next day he went back to the jungle, this time carrying a machete because he had decided that it would be far more useful than the rifle. Truth be told, he wasn’t particularly strong and his aim was worse but he did manage to cut down some branches, slash his face and cut his boots, all at the same time.
El monte crepuscular y silencioso lo cansó pronto. Dábale la impresión -exacta por lo demás- de un escenario visto de día. De la bullente vida tropical no hay a esa hora más que el teatro helado; ni un animal, ni un pájaro, ni un ruido casi. Benincasa volvía cuando un sordo zumbido le llamó la atención. A diez metros de él, en un tronco hueco, diminutas abejas aureolaban la entrada del agujero. Se acercó con cautela y vio en el fondo de la abertura diez o doce bolas oscuras, del tamaño de un huevo.
The dim, silent jungle soon tired him. It gave the – accurate – impression of a stage during the day. Instead of a place bustling with tropical life, all he could see was a lifeless theatre. There wasn’t an animal, bird or even a sound to be heard or seen. Benincasa was on his way back when he heard a muffled buzzing sound. About fifteen feet away, small bees hovered around a hole in a hollow tree trunk. He approached cautiously and saw that at the back were about a dozen dark balls the size of eggs.
-Esto es miel -se dijo el contador público con íntima gula-. Deben de ser bolsitas de cera, llenas de miel…
“That’s honey,” the chartered accountant said to himself hungrily. “They must be wax sacks full of honey…”
Pero entre él -Benincasa- y las bolsitas estaban las abejas. Después de un momento de descanso, pensó en el fuego; levantaría una buena humareda. La suerte quiso que mientras el ladrón acercaba cautelosamente la hojarasca húmeda, cuatro o cinco abejas se posaran en su mano, sin picarlo. Benincasa cogió una en seguida, y oprimiéndole el abdomen, constató que no tenía aguijón. Su saliva, ya liviana, se clarifico en melífica abundancia. ¡Maravillosos y buenos animalitos!
But between Benincasa and the honey sacks were the bees. After a moment’s disillusionment, he thought of fire: he’d smoke them off. As fate would have it, while the prospective thief was carefully gathering wet leaves, a few bees came and landed on his hand without stinging him. Benincasa immediately picked one up and, squeezing its abdomen, saw that it didn’t have a stinger. Its already light saliva clarified into mellifluous abundance. Good, wonderful little creatures!
En un instante el contador desprendió las bolsitas de cera, y alejándose un buen trecho para escapar al pegajoso contacto de las abejas, se sentó en un raigón. De las doce bolas, siete contenían polen. Pero las restantes estaban llenas de miel, una miel oscura, de sombría transparencia, que Benincasa paladeó golosamente. Sabía distintamente a algo. ¿A qué? El contador no pudo precisarlo. Acaso a resina de frutales o de eucaliptus. Y por igual motivo, tenía la densa miel un vago dejo áspero. ¡Mas qué perfume, en cambio!
In a flash, the accountant had made off with the little wax sacks and, going a fair distance to escape sticky contact with the bees, sat down on a thick tree trunk. Of the twelve sacks, seven contained pollen, but the rest were full of honey, a darkly transparent honey that Benincasa greedily savoured. It tasted of something, but what? The accountant couldn’t put his finger on it. Maybe sap from fruit trees or eucalyptus, but it left a bitter aftertaste. Even more so than perfume!
Benincasa, una vez bien seguro de que cinco bolsitas le serían útiles, comenzó. Su idea era sencilla: tener suspendido el panal goteante sobre su boca. Pero como la miel era espesa, tuvo que agrandar el agujero, después de haber permanecido medio minuto con la boca inútilmente abierta. Entonces la miel asomó, adelgazándose en pesado hilo hasta la lengua del contador.
Benincasa, once he was sure that only five sacks were of use to him, began. His plan was simple: he would dangle the dripping sack over his mouth. However, the honey was thick and after spending thirty seconds with his mouth gaping in vain, he had to widen the hole. Then the honey fell, stretching into a thin thread as it plunged towards the accountant’s tongue.
Uno tras otro, los cinco panales se vaciaron así dentro de la boca de Benincasa. Fue inútil que éste prolongara la suspensión, y mucho más que repasara los globos exhaustos; tuvo que resignarse.
One after another, the five sacks emptied themselves into Benincasa’s mouth. The honey stopped flowing, not a drop more could be squeezed from the sacks and he had to accept his lot.
Entre tanto, la sostenida posición de la cabeza en alto lo había mareado un poco. Pesado de miel, quieto y los ojos bien abiertos, Benincasa consideró de nuevo el monte crepuscular. Los árboles y el suelo tomaban posturas por demás oblicuas, y su cabeza acompañaba el vaivén del paisaje.
Meanwhile, tilting back his head for so long had made him feel slightly dizzy. Weighed down with honey, he sat still and, his eyes wide open, surveyed the shadowy forest. The trees and ground grew blurry and his head swayed along with the landscape.
-Qué curioso mareo… -pensó el contador. Y lo peor es…
“What a strange, dizzy feeling…” the accountant thought to himself. “The worst part is…”
Al levantarse e intentar dar un paso, se había visto obligado a caer de nuevo sobre el tronco. Sentía su cuerpo de plomo, sobre todo las piernas, como si estuvieran inmensamente hinchadas. Y los pies y las manos le hormigueaban.
When he got up and tried to walk, he found himself forced to stumble back down onto the trunk. His body felt as though it had been filled with lead, especially his legs, which seemed incredibly swollen. He had a prickling sensation in his feet and hands.
-¡Es muy raro, muy raro, muy raro! -se repitió estúpidamente Benincasa, sin escudriñar, sin embargo, el motivo de esa rareza. Como si tuviera hormigas… La corrección -concluyó.
“This is very strange. Very, very strange!” Benincasa said to himself stupidly, without considering the cause of the strangeness. “It’s as though I had ants… the Correction all over me,” he went on.
Y de pronto la respiración se le cortó en seco, de espanto.
And suddenly he caught his breath in fright.
-¡Debe ser la miel!… ¡Es venenosa!… ¡Estoy envenenado!
“It must be the honey! It’s poisonous! I’ve poisoned myself!”
Y a un segundo esfuerzo para incorporarse, se le erizó el cabello de terror; no había podido ni aun moverse. Ahora la sensación de plomo y el hormigueo subían hasta la cintura. Durante un rato el horror de morir allí, miserablemente solo, lejos de su madre y sus amigos, le cohibió todo medio de defensa.
And as he made a second effort to get up, his hair stood on end in terror. He hadn’t been able to move an inch. Now the leaden sensation and prickly feeling rose up to his waist. For a while the horror of dying there, miserably alone, far from his mother and friends, left him completely bereft.
-¡Voy a morir ahora!… ¡De aquí a un rato voy a morir!… ¡No puedo mover la mano!…
“I’m going to die here and now! I’ll be dead in a little while! Now I can’t move my hand!”
En su pánico constató, sin embargo, que no tenía fiebre ni ardor de garganta, y el corazón y pulmones conservaban su ritmo normal. Su angustia cambió de forma.
Through his panic he noticed that he nonetheless had no fever or sore throat and his heart and lungs were working normally. His anguish took on a new form.
-¡Estoy paralítico, es la parálisis! ¡Y no me van a encontrar!…
“I’m paralysed, this is paralysis! They’ll never find me!”
Pero una visible somnolencia comenzaba a apoderarse de él, dejándole íntegras sus facultades, a lo por que el mareo se aceleraba. Creyó así notar que el suelo oscilante se volvía negro y se agitaba vertiginosamente. Otra vez subió a su memoria el recuerdo de la corrección, y en su pensamiento se fijó como una suprema angustia la posibilidad de que eso negro que invadía el suelo…
He started to feel overwhelmingly drowsy but amid the dizziness his mental faculties remained alert. He thought he saw the spinning ground turn black and begin to writhe. Once again he remembered the Correction and an acute anguish took hold at the prospect…
Tuvo aún fuerzas para arrancarse a ese último espanto, y de pronto lanzó un grito, un verdadero alarido, en que la voz del hombre recobra la tonalidad del niño aterrado: por sus piernas trepaba un precipitado río de hormigas negras. Alrededor de él la corrección devoradora oscurecía el suelo, y el contador sintió, por bajo del calzoncillo, el río de hormigas carnívoras que subían.
He still had strength enough to jolt himself out of that final fright and suddenly let out a scream, a veritable howl in which his adult voice assumed the timbre of a frightened child: a surging stream of black ants was climbing up his legs. Around him the ravenous Correction darkened the ground and the accountant felt the carnivorous ants slip into his underwear.
Su padrino halló por fin, dos días después, y sin la menor partícula de carne, el esqueleto cubierto de ropa de Benincasa. La corrección que merodeaba aún por allí, y las bolsitas de cera, lo iluminaron suficientemente.
Eventually, two days later, his godfather found a skeleton dressed in Benincasa’s clothes with not an ounce of flesh left on it. The Correction was still wandering nearby and the discarded wax sacks told him all he needed to know.
No es común que la miel silvestre tenga esas propiedades narcóticas o paralizantes, pero se la halla. Las flores con igual carácter abundan en el trópico, y ya el sabor de la miel denuncia en la mayoría de los casos su condición; tal el dejo a resina de eucaliptus que creyó sentir Benincasa.
Wild honey doesn’t generally have narcotic or paralysing properties but it has been known to. Flowers with these traits abound in the tropics and one can generally tell which honeys have been made from them by the taste – such as the aftertaste of eucalyptus resin that Benincasa thought he had detected.